Un abogado está parado ante San Pedro, quién lee un listado de sus pecados:
1- Defender a una compañía que produjo la destrucción de una ciudad completa por contaminación ambiental habiendo pruebas contundentes de la culpabilidad de la misma.
2- Defender a un peligroso asesino, obviamente culpable, por ser un buen cliente y ofrecer una paga sustanciosa.
3- Recargar las cuentas de los clientes... etc., etc., etc...
El abogado, en pos de defenderse, le dice a San Pedro:
- Eh, está bien! Acepto los cargos! Pero qué hay de las obras de bien que he hecho en mi vida???
San Pedro mira en otro listado y dice:
- Sí, es cierto, veo que en una oportunidad le dio diez centavos de más a su lustrabotas... es eso cierto?
- Cierto!
- Y aquí veo que en otra ocasión le dio cinco centavos a un mendigo... es eso cierto?
- Si señor!
Entonces San Pedro mira al ángel que tiene al lado y le dice:
- Está bien! Consíganle quince centavos y díganle que se vaya al infierno!!!!
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