El perro de un abogado se mete en la carnicería de al lado del estudio y se come un bife delante del carnicero... El carnicero, indignado, se presenta en el estudio del abogado y tomándolo por sorpresa le pregunta:
- Dígame doctor... si un perro se mete en mi carnicería y se come un bife ante mis propios ojos, tengo derecho de demandar que su dueño pague por el bife?
El abogado sin titubear le responde:
- Por supuesto, sin dudas ese es su derecho.
- Entonces págueme el bife que me comió su perro!!! Son tres pesos!!!
Anonadado, el tipo ve que el abogado le extiende un cheque por la suma indicada. Se vuelve a su negocio apenado por haberlo tratado con desconfianza... Una semana más tarde, el carnicero abre su buzón y se encuentra con una carta del abogado cobrándole los doscientos cincuenta dólares correspondientes a la consulta....
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